Según una fuente oficial del antiguo Estado Mayor de la Marina, la presentación está prevista para las 19h.
Gouveia e Melo confirmó que es candidato a las elecciones presidenciales de enero de 2026, en declaraciones a Rádio Renascença, el día 14, en plena campaña electoral para las elecciones legislativas anticipadas del domingo.
Su decisión también fue tomada teniendo en cuenta "cierta inestabilidad interna que se ha extendido" en el país, debido a gobiernos efímeros y a la falta de una gobernabilidad estable.
"Esta inestabilidad interna está ahí para que la veamos todos los portugueses", destacó Gouveia Melo, para quien el "mundo ha cambiado mucho" desde 2023.
"La guerra en Ucrania se ha agravado, las tensiones en Europa también han empeorado y la elección del señor Trump como presidente de los Estados Unidos de América ha cambiado el panorama internacional. Nos enfrentamos a un nuevo intento de construir un orden mundial que podría ser peligroso, o podría afectarnos significativamente", destacó el exjefe del Estado Mayor de la Armada el pasado día 14.
Los líderes tanto del PSD como del PS se negaron a comentar la candidatura durante la campaña legislativa, por considerar que hay tiempo para abordar la cuestión.
Henrique Eduardo Passaláqua de Gouveia e Melo nació en Quelimane, Mozambique, el 21 de noviembre de 1960. Ingresó en la Escuela Naval el 7 de septiembre de 1979 y pasó 22 años de su carrera en submarinos. Pasó tres años al frente de la Armada.
El almirante decidió retirarse poco después de terminar su mandato, argumentando que permanecer en servicio activo le restaba "cierta libertad" en sus "derechos cívicos".
Tras mantener algunos "tabúes" sobre su candidatura, la confirmó la semana pasada. En marzo, ya había presentado una solicitud al Instituto Nacional de la Propiedad Industrial para registrar como marca el "Movimento Gouveia e Melo Presidente".
En febrero, en un artículo publicado en el semanario Expresso, titulado "Honrar la democracia", Gouveia e Melo consideraba que "por el bien del sistema democrático", el país debe tener un presidente de la República "exento e independiente de lealtades partidistas", rechazando que el jefe del Estado sea un "apéndice de intereses partidistas".
El militar retirado -que en este artículo se posicionó políticamente "entre el socialismo y la socialdemocracia, defendiendo la democracia liberal como régimen político"- sostuvo la tesis de que "ningún Presidente puede ser verdaderamente "para todos" si está claramente asociado a una facción política, pues no tendrá la independencia necesaria para representar el interés colectivo".
"El Presidente no está al servicio de los partidos, está al servicio de los portugueses y de Portugal. Él garantiza la Constitución, la unión y la integridad del país y es, por lo tanto, un contrapoder de un sistema democrático equilibrado al servicio de la libertad, la seguridad, la equidad y la prosperidad del pueblo portugués y, en consecuencia, de Portugal", afirmó.
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