Representando a Portugal en el pabellón nacional los días 26 y 27 de junio, la UAlg presentó un cortometraje de animación que fusionaba investigación científica, visión artística y narración intercultural, y dejó una impresión duradera en uno de los escenarios mundiales más competitivos.
La película, producida por un estudio creado en la propia aceleradora de empresas de la UAlg, cuenta la historia de la Ría Formosa a través de los ojos de un caballito de mar, una especie tan emblemática como amenazada en la costa meridional de Portugal. La animación es un homenaje a la cultura visual japonesa y se inspira en el anime y el manga para comunicar cuestiones medioambientales complejas de una forma emocionalmente atractiva e inmediatamente comprensible para el público japonés.
Con los formatos de exposición tradicionales limitados por problemas logísticos, la universidad optó por una alternativa audaz: utilizar el lenguaje universal de la animación para hablar directamente a la imaginación de la nación anfitriona. La decisión no sólo resultó innovadora, sino también estratégicamente eficaz. El proyecto encajaba perfectamente con el tema del Pabellón de Portugal, Ocean the Blue Dialogue, y casualmente reflejaba la mascota oficial del pabellón, también un caballito de mar, reforzando el vínculo entre identidad nacional, conciencia medioambiental y conocimientos científicos.
En el fondo, esta iniciativa va más allá del mero fomento de la investigación. Muestra cómo las instituciones académicas portuguesas, especialmente las del Algarve, piensan ahora globalmente y actúan con confianza creativa. Al adoptar los medios artísticos y la fluidez cultural, la UALg demostró que las universidades portuguesas pueden competir en la intersección de la ciencia, la comunicación y la innovación.
Igualmente importante es lo que este momento representa para el futuro. La Universidad del Algarve no sólo exporta conocimiento, sino que lo construye. Desde las empresas locales nacidas en el campus hasta las colaboraciones internacionales, la institución está nutriendo a una nueva generación de investigadores, diseñadores y científicos cuyo trabajo ya resuena más allá de las fronteras nacionales.
El proyecto ha sido posible gracias a asociaciones regionales y europeas, reflejo de un movimiento más amplio de internacionalización de la economía y el ecosistema educativo del Algarve. La Expo 2025, que reúne a 160 países y millones de visitantes en Osaka, ofrece una visibilidad mundial poco común, y la UAlg aprovechó esa oportunidad no con espectáculo, sino con sustancia.
Esta presencia en la escena mundial refuerza lo que muchos en Portugal creen desde hace tiempo: el país está preparado para liderar en los campos que importan. Y el Algarve, a menudo visto sólo como un centro turístico, está demostrando ser una fuerza creciente en educación, ciencia y creatividad tecnológica. La Universidad del Algarve forma parte de ese cambio, demostrando que la excelencia puede ser autóctona, orientada al futuro y globalmente relevante.
Desde las tranquilas aguas del sur de Portugal hasta las plataformas digitales de Asia, la contribución de la UAlg a la Expo 2025 es una declaración de lo que es posible cuando la ciencia, la cultura y la visión trabajan juntas. No es sólo un logro que enorgullece a la universidad, sino una clara señal de que Portugal está formando una generación de talentos preparados para inspirar, conectar y dar forma al mundo.