El castillo, situado en la localidad de Santo Estêvão, al norte del distrito de Vila Real, está clasificado como monumento nacional desde 1939.

"Su deterioro ha sido muy constante en los últimos años y nuestro temor es que pueda derrumbarse", afirmó el alcalde de Chaves, Nuno Vaz, en una rueda de prensa celebrada junto al monumento.

El alcalde destacó que se trata de un patrimonio estatal y explicó que desde 2022 el municipio viene alertando a diferentes organismos estatales sobre la necesidad urgente de intervenir en este castillo, reconociendo, no obstante, que existen dudas sobre quién es el responsable de la gestión de este patrimonio.

"Lo cierto es que hasta la fecha no ha pasado nada", subrayó.

Como consecuencia de las goteras, tanto el tejado como el suelo de madera se encuentran, según explicó, en un avanzado estado de degradación.

"Nuestro mayor temor es que los propios cimientos estén en peligro y que esta fortificación, en su conjunto, se derrumbe", subrayó Nuno Vaz, que destacó que la rueda de prensa es "casi un acto de desesperación para llamar la atención".

Según el alcalde, el municipio está disponible para ser socio en una solución, incluso en términos financieros, para que el monumento pueda reabrir sus puertas y convertirse en una atracción turística.

La presidenta de la Junta Parroquial de Santo Estêvão, Maria José Barros, lamentó el "drástico" estado de degradación del castillo como consecuencia de las goteras y de los duros inviernos.

"Empezó siendo un problema pequeño e insignificante, pero como no se reparó, la degradación es ahora importante y nos está causando una gran preocupación porque no se puede visitar e incluso podría derrumbarse en cualquier momento", destacó la alcaldesa de la parroquia.

La agencia Lusa intentó ponerse en contacto con el Instituto de Patrimonio Cultural para pedir una reacción sobre el castillo, lo que no fue posible hasta el momento.