El acuerdo se formalizó en Monsanto, Lisboa, y se firmó entre el Centro de Tecnología e Innovación Aeroespacial (CTI) -que consiste en una asociación entre el Ejército del Aire, el centro de ingeniería CEiiA y GEOSAT- y la empresa ICEYE.
Se trata de la adquisición, mediante recursos del Plan de Recuperación y Resiliencia (RRP), de un satélite radar de apertura sintética (SAR), que permite captar imágenes de alta y muy alta resolución en cualquier condición meteorológica, un segmento terreno y una antena.
También se firmó un memorando de entendimiento para el intercambio de conocimientos entre entidades que permitirá a Portugal, a través de la Fuerza Aérea y de los sectores empresarial y académico, construir sus propios satélites en el futuro. Esta inversión se enmarca en el lanzamiento de la llamada "Constelación Atlántica", un proyecto conjunto entre Portugal y España para desarrollar y lanzar una constelación de satélites de observación de la Tierra.
El objetivo es llegar a 26 satélites, 12 del tipo SAR y 14 ópticos, según la información facilitada a Lusa por el Ejército del Aire. Este satélite puede ser utilizado por el Ejército del Aire para apoyar imágenes en acciones de vigilancia e inteligencia, en búsqueda y salvamento, o en la recogida de datos sobre contaminación marítima.
También puede utilizarse para predecir fenómenos meteorológicos y catástrofes naturales y para apoyar áreas civiles como la agricultura, además de los fines militares más comunes (en la guerra de Ucrania se han utilizado varias imágenes de satélite, por ejemplo). Una fuente oficial del sector también destacó a Lusa que este tipo de inversiones también permiten "retener el talento" en el país, evitando la "fuga de cerebros a otros países".