Merece la pena bajar la larga y estrecha escalinata con los tradicionales adoquines portugueses para llegar a la playa. Al bajar por la escalera, podrá disfrutar de vistas de pinos, retamas doradas y otros tipos de vegetación que enmarcan el camino de bajada. La recompensa es arena blanca, aguas cristalinas y un ambiente tranquilo que hace que el descenso merezca la pena.


Escondida entre imponentes acantilados, esta playa ofrece un ambiente tranquilo. También conocida como Praia das Gaivotas o Praia do Vilalara, que debe su nombre al exclusivo complejo turístico que se encuentra justo encima. En comparación con otras playas de la zona de Lagoa, es de tamaño medio pero ofrece mucho espacio para relajarse. Durante la temporada de verano, parte de la playa está equipada con sombrillas, tumbonas y servicio de socorristas.

Créditos: TPN; Autor: Tereza Pedro;

Su naturaleza escondida la mantiene tranquila y apacible, visitada principalmente por huéspedes de los hoteles cercanos.

Si no le gusta el viento que sopla a veces en la costa, esta playa ofrece un refugio natural contra el viento gracias a sus altos acantilados, y el mar suele estar en calma.

Hacia el extremo oriental, cerca de una llamativa formación rocosa, el agua sigue siendo poco profunda, lo que crea una zona segura y adecuada para que jueguen los niños. Aun así, la playa suele atraer más a las parejas que a las familias, probablemente porque llegar hasta ella implica un pequeño paseo con muchas escaleras. Como en muchas playas de la costa, existe el riesgo de que caigan rocas, por lo que es mejor mantenerse a una distancia prudencial del acantilado.

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Justo en la playa hay un pequeño y encantador bar ecológico para tomar algo y disfrutar de la sombra. Abre de 9 de la mañana a 8 de la tarde y ofrece tumbonas. El menú de este bar es una delicia para los amantes de la comida. Sus refrescantes batidos, zumos naturales y cócteles suelen ser el plato fuerte de los visitantes. Probé su mojito de maracuyá mientras me relajaba en la tumbona y fue la forma perfecta de pasar una tarde soleada. La próxima vez, pienso probar un bol de açaí u otra opción saludable de su carta. El bar Ecobeach ofrece un ambiente acogedor y agradable y un servicio rápido. Los precios razonables y el ambiente relajado y tranquilo lo convierten en un lugar estupendo para relajarse y disfrutar. También puede alquilar un kayak o una tabla de paddle surf si le apetece un poco de aventura en el agua.

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Si te entra hambre después de subir desde la playa, puedes probar uno de los restaurantes de la zona. Una variada escena culinaria garantiza que haya algo para todos los gustos.

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El Restaurante O Leão de Porches, situado en una granja restaurada, es conocido por su ambiente acogedor y su impresionante selección de vinos. Para una experiencia más refinada, el Restaurante Ocean, en el complejo Vila Vita Parc, cuenta con dos estrellas Michelin. Le espera una cena excepcional en un ambiente elegante y romántico. El Restaurante Belmondo sirve auténticos sabores italianos en un ambiente cálido y acogedor. Y para los amantes de la cocina india, el restaurante New Delhi Indian Tandoor es conocido por sus sabores tradicionales y sus reconfortantes platos.