Las obras de renovación del Arco da Vila se inauguraron ayer a las 18:30 en una ceremonia a la que asistieron alcaldes, representantes de entidades oficiales, profesionales de la cultura y público en general.
La ceremonia, presidida por el alcalde de Faro, Rogério Bacalhau Coelho, contó también con la presencia de la ministra de Cultura, Juventud y Deportes, Margarida Balseiro Lopes, quien, junto con el alcalde de Faro, descubrió la placa inaugural, que marca la finalización de las obras de conservación y restauración de este hito histórico. Contó también con la presencia de la Arquitecta Teresa Valente, que dirigió el equipo multidisciplinar que llevó a cabo estos trabajos y que hizo un repaso de la evolución de las obras, señalando el antes y el después de esta rehabilitación y su importancia en la preservación de un monumento que es uno de los símbolos de la ciudad de Faro.
Rogério Bacalhau destacó la importancia del monumento para la identidad de Faro, afirmando que "no es sólo una estructura de piedra y argamasa, fotografiada por todos los que entran en Vila-Adentro, un recuerdo de días bien pasados. Es un espejo de nuestra identidad y un testimonio vivo de nuestra convicción de que la cultura debe transformarse en un motor económico y social". El alcalde también destacó que "las políticas de gestión integral, que nos llevan a poner en marcha iniciativas para preservar la memoria colectiva e innovar", demuestran que "la cultura es el proyecto de futuro, que aportará valor añadido al municipio" y que "la ciudadanía pasa por el acceso al patrimonio e implica que los gobernantes tengan una visión integrada del Patrimonio y la Cultura, vinculada a un enfoque holístico, en el que no haya cargas del pasado, sino sólo palancas de futuro".
El Alcalde también destacó el simbolismo del Arco como metáfora de la política cultural del municipio: "Este Arco nos invita a cruzar no sólo el umbral entre el pasado y el futuro, sino que encarna el deseo de transformar cada piedra de nuestra historia en una fuerza viva para el desarrollo, a través de la cual reforcemos la cohesión social y tratemos de ser más justos y rigurosos en el uso de los recursos públicos."
El Ministro de Cultura se refirió a la importancia de la restauración para el turismo sostenible y la autoestima regional, considerando el Arco da Vila "una puerta que abre horizontes a los que entran y viven aquí", horizontes que permiten que el patrimonio sea un activo significativo y un motor de desarrollo.
Recordamos que la restauración del Arco da Vila es fruto de un acuerdo entre el municipio y el Fondo de Salvaguardia del Patrimonio Cultural, en el marco del Plan de Recuperación y Resiliencia, que representa una inversión global de 250.000 euros. El Arco da Vila, construido en 1812 sobre la antigua Puerta Árabe, es un símbolo ineludible de la vida de Faro.
Clasificado como Monumento Nacional desde 1910, sirve de bisagra entre la ciudad medieval amurallada y la ciudad contemporánea.