Aunque clasificado como Innovador Moderado, el país se ha ido acercando a la media de la UE, pero aún se enfrenta a retos estructurales en inversión privada en I+D y capital riesgo, según la Agencia Nacional de Innovación(ANI).

A nivel europeo, la media de la UE es del 112,6%, habiendo registrado un ligero descenso de 0,4 puntos porcentuales entre 2024 y 2025. Este descenso pone de manifiesto un estancamiento en la consolidación de la innovación, a pesar del progreso sostenido de varios Estados miembros. Suecia encabeza la clasificación con un 155,5%, seguida en los cinco primeros puestos por los países nórdicos: Dinamarca, Países Bajos, Finlandia e Irlanda, que mantienen su condición de líderes en innovación.

En Portugal, los buenos resultados se deben principalmente al apoyo público a la I+D empresarial -donde lidera la UE con un 185,8% de la media europea-, así como al dinamismo de las ventas de nuevas innovaciones, los avances en la digitalización y el crecimiento de los especialistas en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Lisboa destaca regionalmente como Innovadora Fuerte con un 109,6%, mientras que la región Centro alcanza la categoría Moderada+ con un 90,1%. Todas las regiones portuguesas han mostrado un crecimiento sostenible desde 2018.

En el extremo opuesto del espectro, países como Polonia, Eslovaquia, Letonia, Bulgaria y Rumanía se encuentran en el grupo de Innovadores Emergentes, con puntuaciones muy por debajo de la media de la UE (menos del 70%), lo que refleja importantes desafíos estructurales en materia de productividad, exportaciones de alta tecnología y estímulo de la inversión privada en innovación.