La instalación de la empresa en la ciudad en 2017 fue estratégica: la calidad de la mano de obra local, el dominio de lenguas extranjeras, la proximidad a Francia y el entorno multicultural crearon las condiciones ideales para el crecimiento. Lo que empezó con unos cientos de empleados superó rápidamente todas las expectativas. Hoy, Oporto acoge a un equipo multicultural de más de 2.500 profesionales de 40 nacionalidades, que representan uno de los centros internacionales de talento más relevantes dentro de Groupe BPCE, uno de los mayores grupos bancarios franceses.

La operación portuguesa se ha consolidado como un Centro de Excelencia en tecnología y banca, respaldado por una política de recursos humanos centrada en la formación continua, la innovación y el bienestar. Programas como las academias de reciclaje, los Tech Dojos, las asociaciones con universidades o las iniciativas de sostenibilidad, como la Escuela del Clima y el Huerto Urbano de Natixis, refuerzan una cultura de desarrollo y responsabilidad social. El impacto también es económico: en 2023, la facturación en Oporto alcanzó alrededor de 133 millones de euros, lo que confirma la relevancia de la operación a nivel global.

Este éxito se ha basado en una clara estrategia de digitalización e inteligencia artificial, que permite automatizar procesos repetitivos y liberar equipos para funciones de mayor valor añadido. Oporto se ha convertido así en un clúster tecnológico bancario, con capacidad para atraer talento y contribuir a la competitividad internacional de Natixis.

El compromiso de Groupe BPCE con Portugal no se limita, sin embargo, al norte del país. Tras adquirir Novo Banco por 6.400 millones de euros, el grupo francés se dispone a abrir su primera oficina en Lisboa, ampliando su presencia nacional y reforzando el papel de Portugal como mercado clave en el contexto europeo. La nueva operación en la capital será complementaria al centro de Oporto, con un enfoque en la innovación, la captación de talento y la integración con la red de Novo Banco, que se mantiene con más de 4.000 empleados y casi 300 sucursales.

Así, entre Oporto y Lisboa, Portugal se posiciona como un laboratorio de innovación y crecimiento para la banca tecnológica y las fintech, atrayendo talento, capital e ideas innovadoras. Mientras Oporto se afirma como referencia mundial en la transformación digital de la banca, Lisboa gana protagonismo como nuevo hub estratégico y centro de operaciones del grupo en el sur de Europa. Juntas, las dos ciudades muestran cómo Portugal puede ser un motor de futuro para Natixis, BPCE y el sector financiero internacional.

Descargo de responsabilidad: Este artículo ha sido redactado con la ayuda de AI.