Fue uno de los 22 futbolistas legendarios que inauguraron los actos de la cumbre el martes (16 de septiembre) con un partido benéfico de leyendas (de fútbol) celebrado la víspera en el estadio Alvalade de la ciudad con el objetivo de recaudar un millón de euros para organizaciones benéficas.
El centrocampista Ricardo Kaká sigue siendo hoy uno de los nueve jugadores que han ganado la Copa Mundial de la FIFA, la Liga de Campeones de la UEFA y el Balón de Oro en 15 años de carrera.
Kaká empezó a jugar al fútbol profesional a los 18 años, en 2001, en el São Paulo; más tarde fichó por el AC Milan, en 2003, y luego por el Real Madrid, en 2009, por un traspaso de 67 millones de euros.
El futbolista regresó al AC Milan para jugar una temporada en 2013 y, aquejado por las lesiones, completó su carrera profesional en el Orlando City SC, para colgar finalmente las botas en 2017.
Desde noviembre de 2004, Kaká es Embajador contra el Hambre del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, y fue el más joven en hacerlo ese año.
"El partido benéfico fue muy bonito, me encanta el fútbol, así que cada vez que puedo estar en el campo jugando y divirtiéndome entreteniendo a la gente, es divertido para mí, así que anoche (lunes 16 de septiembre), fue genial encontrarme con un montón de ex compañeros de equipo, muchos de ellos amigos que el fútbol me dio", dijo.
Kaká subrayó que la causa benéfica era el aspecto más importante del partido, ya que proporcionaba un "propósito superior", y ver a la gente disfrutar de verdad del juego era "realmente increíble".
El evento de la SBC y el partido benéfico fueron muy elogiados por reunir a 22 de las mayores y más brillantes estrellas de la generación de futbolistas de la primera década del siglo XXI: leyendas como Alessandro Del Piero, Gaizka Mendieta, Pepe, Marek Hamsik, Roberto Carlos, Luís Figo y Giorgos Karagounis.
"Fue estupendo jugar junto a jugadores con los que solía enfrentarme en equipos rivales, pero todos estábamos unidos por una buena causa, así que cuando vi la alineación, me entusiasmó la idea de estar en el campo con estos chicos."
Pero, ¿tan difícil es llevar una vida después del fútbol y mantenerse en forma y motivado? Kaká admitió que para los futbolistas es muy difícil retirarse, porque "somos viejos para este deporte y a la vez jóvenes con una vida por delante, por lo que es una situación extraña de manejar".
"Algunos jugadores saben lo que quieren hacer; quizás ser entrenador o director deportivo, pero la mayoría no siempre lo sabe. Es difícil enfrentarse a un futuro incierto cuando te levantas cada día sabiendo que tu vida está organizada y vas a entrenar, y ahora tienes una nueva vida con todo un mundo fuera del fútbol por descubrir", explica.
En cuanto a Kaká, decidió estudiar diferentes materias relacionadas con la gestión del fútbol, incluidos programas de la UEFA, la FIFA y Harvard, y ahora invierte en tecnología futbolística y tiene una empresa de marketing deportivo.