A finales de este año se probará el primer sistema, que promete revolucionar la forma en que las instituciones públicas intercambian información sensible y protegida.

La tecnología cuántica aplicada a las comunicaciones representa uno de los mayores niveles de seguridad digital del mundo. A diferencia de los sistemas de cifrado tradicionales, basados en algoritmos matemáticos, la red cuántica utiliza las leyes de la física cuántica para proteger las comunicaciones. Si un atacante intenta acceder a un mensaje, el sistema detecta inmediatamente la interferencia y genera una nueva clave de cifrado, con lo que las escuchas resultan prácticamente imposibles.

El proyecto portugués, denominado PTQCI (Infraestructura Nacional de Comunicaciones Cuánticas), pretende crear una red soberana y segura para las comunicaciones estatales. En una primera fase, la infraestructura conectará cuatro organismos soberanos, a través de una red en estrella que utiliza nodos cuánticos y máquinas de cifrado desarrolladas en Portugal. Está previsto que esta primera conexión se inaugure a finales de este año, en un hito simbólico de la transición tecnológica del país a la era cuántica.

La iniciativa forma parte de un programa más amplio de la Comisión Europea que pretende construir una red cuántica europea, capaz de unir a los Estados miembros mediante conexiones ópticas seguras. Portugal y España ya preparan una candidatura conjunta para crear el primer corredor ibérico de comunicaciones cuánticas, con conexión directa a la red europea. Para ello, se construirá una terminal óptica en el Alentejo, que servirá de puente entre la red nacional de fibra y los satélites de comunicaciones, y se espera que esta infraestructura esté terminada en 2030.

Además de Indra Deimos e IP Telecom, en el consorcio participan empresas y centros de investigación de primer nivel, como Altice Labs, el Instituto de Telecomunicaciones, Inesc-ID, el Instituto Superior Técnico, Adyta, Warpcom y otras instituciones que contribuyen a la integración y seguridad del sistema. La inversión total ronda los seis millones de euros, financiados en parte por el Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) y el Fondo Europeo de Defensa.

Más que un avance tecnológico, este proyecto representa un salto estratégico en la soberanía digital del país. Portugal deja de depender de soluciones externas y pasa a disponer de tecnología propia, desarrollada e industrializada en el territorio nacional, con potencial de exportación y uso tanto civil como militar.

Con este paso, Portugal se afirma como referencia europea en torno a la seguridad cuántica, posicionándose a la vanguardia de un sector que será decisivo para la protección de datos, la ciberseguridad y la autonomía tecnológica en Europa.

Descargo de responsabilidad: Artículo creado con la ayuda de AI.