Presentado en la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático(COP30), celebrada en Belém (Brasil), el Índice de Resultados sobre el Cambio Climático 2026 (IPCC) evalúa el rendimiento de las políticas climáticas de 63 países, más la Unión Europea en su conjunto, responsables del 90% de las emisiones mundiales.

El índice es publicado por las organizaciones no gubernamentales Germanwatch y NewClimate Institute, con la participación en su elaboración de la asociación ecologista portuguesa Zero.

En el análisis de este año, Portugal sube de la 15ª a la 12ª posición, que en la práctica corresponde a la 9ª, porque los autores dejan vacantes las tres primeras plazas, al considerar que ningún país está plenamente alineado con el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5ºC.

Entre los cuatro criterios evaluados, Portugal obtiene una calificación alta en Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y una calificación media en Uso de la Energía, Energías Renovables y Política Climática.

Los autores señalan que Portugal pretende reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en al menos un 55% para 2030 en comparación con 2005, y que el Plan Nacional de Energía y Clima (PNEC), finalizado en 2024, fija el objetivo de neutralidad de carbono para 2045 en lugar de 2050.

"Ambiciosos"

Estos objetivos son "relativamente ambiciosos en relación con la capacidad del país y en comparación con otros Estados miembros de la UE, pero aún no están alineados con el objetivo de 1,5 ºC del Acuerdo de París", se lee en las páginas del índice relativas a Portugal.

Los expertos nacionales informan de una reducción global de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero advierten de un aumento constante de las emisiones en el sector del transporte, concretamente un crecimiento del 7% en 2023 en comparación con el año anterior.

En 2022, el transporte es el sector que más contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, con un 29%, seguido de la industria (24%) y la energía (14%).

"Como en años anteriores, los expertos piden a Portugal que aumente sus esfuerzos en el sector de los transportes, ya que la evolución de las emisiones compromete la consecución de los objetivos nacionales", afirman los expertos, que hacen hincapié en el uso insuficiente del transporte público y en la gran dependencia del automóvil en las ciudades.

En sus conclusiones generales, los autores del índice reconocen que, diez años después del Acuerdo de París, el punto de inflexión mundial puede estar al alcance de la mano, teniendo en cuenta "la expansión sin precedentes de las energías renovables", la reducción a la mitad de las tasas de crecimiento anual de las emisiones de gases de efecto invernadero y la reciente estabilización de las emisiones per cápita.

Disparidades

Sin embargo, advierten de las grandes disparidades que persisten, con países cuyas emisiones están muy por encima de la media mundial.

Según los expertos, los cambios positivos registrados en los Países Bajos, India y el Reino Unido demuestran que el cambio puede producirse más rápido de lo esperado "cuando se alinean políticas coherentes, innovación y compromisos sociales".

A la cabeza del índice se encuentra Dinamarca, que sigue siendo el país mejor clasificado (4º puesto), seguido del Reino Unido (5º puesto), que sube una posición y ya ha completado la eliminación del carbón, aunque aún debe avanzar más en renovables; y Marruecos (6º puesto), que muestra buenos resultados en casi todas las categorías.

Los peores resultados de este año los registran Arabia Saudí (67º), Irán (66º) y Estados Unidos (65º).