"A pesar de su menor dependencia del suministro de gas procedente de Rusia, Portugal consume la mayor parte de su gas para la producción de electricidad. La dependencia continuada del gas para la producción de electricidad podría conllevar riesgos crecientes para la seguridad del suministro eléctrico, agravados por sequías extremas más frecuentes", señala el Ejecutivo comunitario.
Las advertencias se recogen en el Informe sobre el Estado de la Unión de la Energía 2023, en el que Bruselas defiende que, en el caso de Portugal, "nuevas inversiones en el fomento de las energías renovables, la financiación de proyectos de eficiencia energética y la inversión en redes contribuirían a aumentar la resiliencia en términos de seguridad del suministro eléctrico".
En el buen camino
LaComisión Europea considera que "Portugal está en el buen camino para transformar su sistema energético y acelerar el desarrollo de las energías renovables".
"En 2021, con una cuota del 32% de energías renovables en su mix energético y del 65% de electricidad renovable en su mix energético, el sistema energético portugués es uno de los más descarbonizados de la UE", observa Bruselas.
La institución recuerda también que, el año pasado, Portugal eliminó completamente el carbón de su mix energético, habiendo anunciado que pretende alcanzar el objetivo del 80% de electricidad renovable antes de lo previsto, en 2026 y no en 2030.
Para el conjunto de la UE, el Ejecutivo comunitario garantiza que los 27 Estados miembros están "bien preparados" para garantizar la seguridad energética en la estación fría.