En un comunicado, el IPMA indicó que los temblores más enérgicos se produjeron el 15 de junio (magnitud 3,3 en la escala de Richter) y al día siguiente (magnitud 3,7).
Seis de los sismos registrados en la isla de São Miguel "fueron reportados como sentidos, siendo el ocurrido el día 16 de junio, a las 21h55, sentido con intensidad máxima III/IV en el municipio de Povoação, con más de una decena de otros sismos con características que también podrían haber sido sentidos, aunque no hay confirmación de que esto haya ocurrido".
El aumento de la actividad sísmica, desde el 4 de junio, se ha producido en una zona sumergida situada aproximadamente entre 10 y 25 kilómetros al sur/sureste de Ribeira Quente, en el municipio de Povoação, en la isla de São Miguel.
"Este tipo de actividad sísmica es característica y relativamente frecuente en el archipiélago de las Azores, ejemplo de ello, entre otros muchos, son las crisis sísmicas ocurridas al noroeste de Faial (2014, 2015 y 2019)".
La misma nota señala que también se ha producido actividad sísmica en otra zona más alejada, situada al sureste de São Miguel, en la Fossa da Povoação (zona de los islotes de Formigas), con el evento más significativo, el 13 de junio, que alcanzó una magnitud de 4,6 y se sintió ligeramente, con una intensidad máxima de III, en Povoação.
"El patrón de esta actividad sísmica reciente indica que la actividad sísmica puede seguir ocurriendo en las próximas horas o días", se lee.
El IPMA asegura que, a través de su red sísmica en las Azores y de sus Centros de Vigilancia Sísmica en las Azores y en su sede en Lisboa, continúa monitorizando la situación, emitiendo comunicados "siempre que lo considere pertinente".








