A medida que se acerca la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025 (del 1 al 7 de agosto), la celebración se considera una oportunidad para poner de relieve la lactancia materna y promover la salud tanto de los bebés como de las madres. Esta celebración de siete días tiene lugar en más de 170 países, lo que la convierte en una de las campañas de concienciación sanitaria más comunes en todo el mundo.
Para las madres primerizas, la lactancia depende a menudo de cada persona y de su experiencia individual. Con tantas cosas que ocurren al principio de la maternidad, hemos hablado con tres mamás lactantes para que compartan sus experiencias y consejos con las nuevas madres que también decidan dar el pecho.
Céntrate en lo que funciona para ti y tu bebé
Courtnay Osborne-Walker, de 28 años, que lleva algo más de tres dando el pecho, dice que hay que seguir un horario que funcione para ti y para tu bebé, no lo que hagan los demás. "Cada bebé es diferente, cada madre es diferente y cada estilo de crianza es diferente", afirma Osborne-Walker, residente en Londres.
"Es bueno enfocarlo con la mente abierta y no tener una idea fija de cómo va a ser tu viaje de lactancia".
Osborne-Walker también añade que si te resulta difícil física o mentalmente, o si te duele, busques consejo. "Hay mucho apoyo para la lactancia, así que intenta utilizar todo el que puedas antes de rendirte. No dudes en pedir ayuda a otras personas, sobre todo si tienes un hijo muy pequeño: que alguien te apoye el brazo con una almohada o se asegure de que tienes un vaso de agua al alcance de la mano puede ser de gran ayuda", afirma.
La madre de un niño también aconseja probar distintas posturas al amamantar, ya que cada bebé es diferente. "Al principio, la posición tumbada de lado no me funcionaba muy bien porque era recién nacida y era casi como si fuera demasiado pequeña para hacerlo. Sin embargo, ahora que es más grande, esa es nuestra posición preferida, así que va cambiando a medida que ella cambia".
"Por último, no escuches ni te dejes presionar por ningún ruido externo en lo que respecta a la lactancia", dice Osborne-Walker. "Si quieres seguir dando el pecho, hazlo, y si no, no lo hagas. Toma la decisión basándote en ti y en tu bebé y no en las presiones de otras personas, los juicios o la sociedad".
Prepárate con antelación
Elspeth Roe, madre primeriza de un bebé de siete semanas, dice que al principio es de gran ayuda estar preparada con cosas como crema para los pezones. "Al principio me resultaba muy duro, pero quería seguir haciéndolo por mí y por ella", explica Roe, de 26 años. Ahora me encanta y es una experiencia muy agradable, pero yo diría que te asegures de llevar contigo todas tus cosas de confort, como discos absorbentes para no tener pérdidas por todas partes".
Me sorprendió muchísimo la cantidad de leche que salía y tuve que usar muchos sujetadores de lactancia porque al principio no estaba preparada". También puedes comprar mascarillas para aliviarte y sacarte leche con regularidad para mantener el flujo.
"También me gustaría recordar a las madres primerizas que es la mayor recompensa y que, además, es mucho más barato que preparar y comprar biberones".
Si te duele, es que algo va mal
Larissa Hazell aconseja a las mamás primerizas que el dolor no es normal. "Lo dice por experiencia propia", explica esta madre de 33 años de Essex. "Ya conocía el dicho de que si duele, algo va mal, porque lo aprendí durante el curso de hipnoparto, y cuando me tocó a mí, me dolía.
"Recuerdo que me senté en la cama y le dije a mi marido, llorando a lágrima viva: 'si duele, esto es lo que tengo que hacer y así es como va a ser para mí'". Hazell recuerda entonces que su marido le recordó lo que les habían dicho muchas veces: "si duele, es que algo va mal", lo que les llevó a llamar a su matrona y pedir cita con la asesora de lactancia del hospital.
"Después de ir al hospital, nos dimos cuenta de que el enganche no era correcto y ese pequeño cambio transformó por completo la forma en que mi hijo se alimentaba y el dolor desapareció al instante. Así que, si te duele, suele ser porque hay algo que no va bien en la forma en que el bebé se agarra al pecho, y puedes acudir a grupos de apoyo a la lactancia".
Hazell, que lleva tres años y medio amamantando a su hijo, también sugiere que, a la hora de buscar apoyo, "acudir a alguien especializado en lactancia puede transformar por completo la experiencia y el proceso".