A partir de noviembre, los empleados recibirán 2,50 euros por cada bulto no conforme, y la aerolínea suprimirá también el tope de ingresos mensuales, según The Guardian.

El plan paga actualmente 1,50 euros por maleta, con un límite de 80 euros al mes. El consejero delegado, Michael O'Leary, declaró que la medida pretendía mantener a los pasajeros dentro de las normas. "No me disculpo por ello", declaró a la prensa. "Debemos animar a nuestro personal a pillar a la gente que intenta estafar al sistema".

Según la política de Ryanair, cada pasajero puede llevar gratuitamente una maleta pequeña, que cabe debajo del asiento con un máximo de 40x30x20cm. Una maleta de cabina más grande -de hasta 55x40x20cm- sólo puede llevarse a bordo si los pasajeros pagan por ese privilegio. Las maletas que incumplen las normas se envían a la bodega, y en la puerta de embarque se cobran hasta 75 libras.

Esta práctica ha suscitado críticas desde hace tiempo, ya que los viajeros sostienen que las tasas son excesivas y que la aplicación de las normas se hace con mano dura. La indignación ha crecido desde que se supo que se recompensa económicamente al personal por señalar equipajes no conformes. Pero O'Leary, tan impenitente como siempre, desestimó tales preocupaciones. "Este mito de que se multa a alguien porque sobresale una cremallera no tiene sentido", dijo. "Si cabe, se lleva. Si no, se paga. Y sí, nos fijaremos en tu mochila".

El jefe de Ryanair insistió en que sólo afecta a una pequeña parte de los pasajeros. Menos del 0,1% -alrededor de 200.000 viajeros al año- acaban pagando la tasa. "La mayoría cumple", dijo. "Los pocos que no lo hacen reciben más atención de la que merecen. No estamos pillando a la gente: el número de los que pagan está bajando".

Otras compañías aéreas también aplican sistemas de incentivos. A principios de este año, se informó de que el personal de Swissport que trabaja para easyJet ganaba 1,20 libras por maleta de gran tamaño detectada en la puerta de embarque. Para las compañías, el objetivo es reforzar la coherencia y acelerar el embarque.

Para Ryanair, sin embargo, la medida es esencial para su modelo de bajo coste. "Somos la aerolínea más eficiente y asequible de Europa. No vamos a permitir que nadie lo perturbe. Siga las normas y nunca pagará un céntimo más", dijo.