Esta línea de atención telefónica fue creada a principios de 2024 por una ley aprobada en el Parlamento, con el objetivo de prevenir el suicidio y las autolesiones. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando se ha regulado mediante una ordenanza publicada en el Boletín Oficial del Estado.
"La línea nacional tiene como objetivo poner a disposición de toda la población un servicio de apoyo especializado, prestado por profesionales de la salud mental, que puedan atender cualquier demanda relacionada con ideas y conductas suicidas a través de un servicio telefónico gratuito, las 24 horas del día, los 365 días del año", señala la ordenanza firmada por la secretaria de Estado de Sanidad, Ana Povo.
Aunque integrada en la línea SNS 24 y en colaboración con el respectivo servicio de orientación psicológica, la línea de prevención del suicidio funcionará, a partir del 10 de septiembre, Día Mundial de la Prevención del Suicidio, de forma totalmente autónoma, con identidad y número propios.
Se llamará Línea Nacional de Prevención del Suicidio, tendrá su propio número, el 1411, y estará atendida por profesionales formados en salud mental y suicidio, como psicólogos clínicos y sanitarios y enfermeros especializados en salud mental y psiquiatría, señala la normativa.
No obstante, en la fase inicial de su implantación, los servicios serán prestados por profesionales de la orientación psicológica con formación específica en suicidio que ya forman parte de la línea SUS 24, y también podrán participar otros profesionales sanitarios formados en esta área.
La línea será coordinada por los Servicios Compartidos del Ministerio de Salud(SPMS), que también es responsable de la formación inicial y continua de los profesionales y de su difusión nacional, señala también la ordenanza. Asimismo, determina que toda la información personal y clínica facilitada por los usuarios deberá ser tratada con estricta confidencialidad, de acuerdo con la legislación de protección de datos de carácter personal.
La semana pasada, el Consejo de Ministros aprobó un decreto ley que modificaba los Estatutos del SPMS, creando la figura del coordinador clínico de la Línea Nacional para la Prevención del Suicidio y las Autolesiones.
En septiembre de 2024, en declaraciones a la agencia de noticias Lusa, la secretaria de Estado de Sanidad, Ana Povo, afirmó que se había creado un grupo de trabajo para desarrollar los trabajos científicos y operativos encaminados a la creación de esta línea.
La normativa recién publicada ha sido elaborada en colaboración con la Coordinación Nacional de Políticas de Salud Mental y consultada con asociaciones profesionales de médicos, enfermeros, psicólogos y trabajadores sociales, así como con la Sociedad Portuguesa de Psiquiatría y Salud Mental, la Sociedad Portuguesa de Suicidología y personalidades destacadas en este campo.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 700.000 personas se quitan la vida cada año.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística indican que en 2021 se produjeron 934 muertes por suicidio y autolesiones intencionadas en Portugal, lo que corresponde a una tasa de mortalidad total de nueve por cada 100.000 habitantes.