La solución consiste en secar las flores para obtener su color y fragancia, y luego convertirlas en varitas de incienso, de las que se venden millones al año en el país.

Créditos: Unsplash; Autor: Jay Castor;

Cada día se desechan miles de toneladas de flores marchitas, que asfixian la vida acuática de toda la región.