"Cuando todos los demás corren hacia los botes salvavidas, es precisamente cuando hay que buscar oportunidades de expansión", dice Ong, con la tranquilidad de quien ha descubierto una fábrica de paraguas justo cuando empiezan a caer las primeras gotas de lluvia.


El reto de la inflación

Las presiones económicas están creando una tenaza financiera que se estrecha en torno a las empresas que ya están luchando con la recuperación tras la pandemia y las interrupciones de la cadena de suministro. Para muchas empresas, los costes laborales representan su mayor categoría de gasto, y estos costes están aumentando más rápidamente que cualquier otro gasto.

El modelo de negocio de BruntWork conecta a las empresas con talentos cualificados en el extranjero, en Filipinas, América Latina y Europa del Este. Este modelo ha preparado a la empresa para capear las tormentas económicas y navegar a través de ellas con las velas desplegadas. Donde otros ven desastres, Ong ve oportunidades.


La gran recalibración de costes

"La mayoría de las empresas enfocan la inflación de forma equivocada", explica Ong, inclinándose hacia delante como si estuviera compartiendo un secreto de Estado. "Intentan trasladar los costes a los consumidores, que son los que más sufren, o recortan en calidad. Ambas estrategias son miopes".

Ong aboga por lo que él llama recalibración estratégica de costes, su forma elegante de decir "encontrar talento de alta calidad a una fracción del precio". Los clientes de BruntWork suelen obtener importantes reducciones de costes cuando trasladan ciertas operaciones al extranjero sin sacrificar la calidad.

Las empresas de externalización de hoy en día han cambiado más allá de las frustrantes barreras lingüísticas y la cuestionable calidad del trabajo. Los sofisticados centros de talento cuentan ahora con profesionales con un alto nivel de formación y dominio del inglés que pueden encargarse de todo, desde la atención al cliente hasta el desarrollo de software.

"No estamos hablando de recortar gastos", insiste Ong. "Hablamos de reducir costes manteniendo o incluso mejorando la calidad. Es como descubrir que tu marca de diseño favorita tiene un descuento del 80%. Es el mismo producto, pero a un precio drásticamente inferior".


El acelerador de la revolución remota

Las presiones económicas se han convertido en la gasolina echada a las llamas de la revolución del trabajo remoto que la pandemia desencadenó inicialmente. Las empresas que se mostraban reticentes a adoptar el trabajo a distancia lo ven ahora como una adaptación a su estilo de vida y un imperativo financiero.

"La pandemia nos enseñó que el trabajo es algo que se hace, no un lugar al que se va", dice Ong. "La inflación nos enseña ahora que el talento es algo a lo que se accede. Y no significa necesariamente precios premium".

BruntWork se ha situado en la intersección de estas dos tendencias, ofreciendo a las empresas una forma de aprovechar las reservas mundiales de talento sin los gastos generales del empleo tradicional


El factor resistencia

El ahorro de costes atrae inicialmente a la mayoría de las empresas a explorar la externalización, pero Ong señala que los beneficios van más allá del alivio financiero inmediato.

"Lo que ofrecemos es resistencia empresarial", explica. "Cuando tus costes operativos son un 40-70% inferiores a los de tus competidores, tienes opciones que ellos no tienen. Puedes invertir en innovación, ampliar tu marketing o simplemente mantener márgenes de beneficio más saludables durante las recesiones económicas."

Este factor de resiliencia se ha convertido en un atractivo a medida que se cierne la incertidumbre económica. Las empresas que diversifican geográficamente su plantilla también diversifican su exposición al riesgo económico. Cuando una región se enfrenta a dificultades económicas, otras pueden permanecer estables o incluso prosperar.


Talento sin fronteras

Los detractores de la subcontratación suelen aludir a la pérdida de puestos de trabajo en las economías desarrolladas, pero Ong ve la situación de otro modo.

"No estamos eliminando puestos de trabajo, sino redistribuyéndolos para crear modelos empresariales más sostenibles", argumenta. "La alternativa para muchas empresas es quebrar por completo".

Laexternalización del servicio de atención al cliente y otras funciones suele permitir a las empresas reasignar el talento local a actividades de mayor valor que no pueden externalizarse fácilmente. Se crea así lo que los economistas denominan un ciclo de mejora de las cualificaciones que, con el tiempo, puede aumentar las oportunidades de empleo nacional.


El nuevo modelo global de mano de obra

BruntWork apuesta por un cambio en la forma en que las empresas conciben su mano de obra. El antiguo modelo de contratación local por defecto está dando paso a un enfoque más matizado que se pregunta: "¿Cuál es el mejor lugar del mundo para desempeñar esta función?".

Es posible que las funciones muy especializadas que requieren interacción cara a cara sigan estando mejor en la empresa. Pero un número creciente de puestos, desde el apoyo administrativo al marketing digital o el desarrollo de software, apuntan al extranjero.

"Nos dirigimos hacia un mundo en el que la dirección de tu empresa y la de tus empleados pueden estar en continentes diferentes, y eso está bien", predice Ong.


Proteja su empresa contra la inflación

Ong ofrece una última reflexión que resume su filosofía sobre la forma de sortear las presiones inflacionistas: "La inflación es como la gravedad, es una fuerza de la naturaleza que afecta a todos. Pero al igual que los humanos construyeron aviones para desafiar a la gravedad, las empresas inteligentes están utilizando estrategias globales de talento para desafiar a la inflación."

Las empresas que se enfrentan al aplastante peso del aumento de los costes deberían considerar esta perspectiva. Encontrar formas de reducir costes sin sacrificar la calidad es un negocio inteligente, que marcaría la diferencia entre la quiebra y la supervivencia en una economía en la que cada punto porcentual se come los resultados.

Winston Ong probablemente señalaría con su característica confianza que la vista desde la nube del talento global parece notablemente soleada, incluso cuando las previsiones económicas anuncian tormentas.