La estrategia nacional, la primera de Irlanda para el Patrimonio Mundial de la UNESCO, establece las ambiciones del gobierno para aumentar el número de bienes del Patrimonio Mundial y gestionar de forma sostenible los sitios del Patrimonio Mundial.

Se espera que estas medidas no solo generen un mayor reconocimiento mundial del patrimonio único de Irlanda, sino que también proporcionen un dividendo social y económico transformador para las regiones.