Hay muchas cosas que esperar al comprar un coche nuevo. Tanto si se trata de un coche nuevo como de un modelo de segunda mano, la compra de un nuevo juego de ruedas debería ser lo más emocionante posible.

Pero con la enorme variedad que existe, las cosas pueden empezar a resultar un poco abrumadoras rápidamente. Por eso te ofrecemos una serie de consejos y trucos que debes tener en cuenta antes de empezar a buscar, para que todo te resulte lo más fácil posible.

Establezca un presupuesto

Un buen punto de partida es fijar un presupuesto. Saber cuánto está dispuesto a gastar le ayudará a delimitar su búsqueda y reducirá las posibilidades de que se lleve algún disgusto.

No te guíes únicamente por el precio del coche. Ten en cuenta los gastos de funcionamiento, mantenimiento y seguro para hacerte una idea completa de lo que te vas a gastar. También merece la pena saber si quieres pagar al contado o con financiación.

Elige las características imprescindibles

Muchos coches modernos vienen equipados con una amplia gama de características, por lo que es una buena idea pensar en cuáles te gustaría tener en el coche que elijas. Pueden ser sistemas de duplicación de smartphone como Apple CarPlay y Android Auto, o incluso algo un poco más básico como una variedad de puntos de carga USB para dispositivos.

La buena noticia es que muchos listados de coches muestran todas las características de serie que equipa el vehículo en cuestión. Pero si necesitas más información, nunca tengas miedo de coger el teléfono y hablar con el vendedor.

Decídete por una cadena cinemática

Las opciones de motorización son más numerosas que nunca. La gasolina y el diésel siguen estando ahí para elegir, por supuesto, pero los sistemas de propulsión híbridos suaves, híbridos autocargables e híbridos enchufables, así como los eléctricos, te ofrecen una gran variedad entre la que elegir.

Piensa en el tipo de conducción que haces. Por ejemplo, si te mueves por la ciudad pero no puedes cargar el coche en casa, un híbrido puede ser tu mejor opción. Si tienes acceso a la recarga en casa o a un punto de recarga cercano fiable, un vehículo eléctrico puede ser una buena forma de reducir los costes de funcionamiento. Sin embargo, si eres un conductor que recorre muchos kilómetros, la gasolina y el diésel pueden seguir siendo tu mejor opción.

Créditos: AP;

Tamaño y espacio

El espacio que puede ofrecer un coche es crucial. Tanto si vas a transportar a la familia, como si vas a transportar el equipo o a utilizar el coche para actividades al aire libre como el ciclismo o el paddleboarding, tendrás que pensar en la cantidad de espacio que puede ofrecerte un coche.

Puedes encontrar capacidades de maletero de coche en Internet, pero una de las mejores formas de averiguarlo es viendo el coche en persona. Ten en cuenta la facilidad de acceso al maletero, la altura del propio maletero y también si los asientos traseros se pueden abatir con facilidad.

Investiga en Internet

Internet es una de las mejores herramientas a la hora de buscar un coche nuevo. Hay mucha información que consultar, y estar lo más informado posible antes de comprar un coche nuevo sólo puede ayudar. Recuerda que también puedes consultar el historial de un coche en Internet (hay varios sitios web de confianza que pueden hacer búsquedas de antecedentes de un coche por un módico precio) y puedes consultar los resultados de las ITV anteriores de un vehículo a través del sistema en línea del Gobierno, que es gratuito.

Consulta las opiniones y los testimonios de los propietarios para saber si un coche se ajusta a tus necesidades. Un comprobador de retiradas de vehículos en línea también es ideal para ver si un coche que estás mirando ha sido retirado anteriormente.

Aprovecha al máximo una prueba de conducción

Si has encontrado un coche que se ajusta a tu presupuesto y tiene todas las características que necesitas, es hora de probarlo. Es durante este periodo cuando puedes conocer a fondo el coche, así que aprovéchalo al máximo. Averigua si te sientes cómodo al volante y comprueba si todos los mandos principales te resultan naturales e intuitivos. También puedes intentar abatir los asientos traseros o cargar algo en el maletero para asegurarte de que todo es tan sencillo como debe ser.

La prueba de conducción no tiene por qué consistir únicamente en conducir el coche: puedes aprovecharla para averiguar lo fácil que es aparcarlo y si es o no fácil acceder a él cuando está colocado en un hueco estándar.