Según una fuente de la Agencia de Integración, Migración y Asilo (AIMA), los 38 migrantes presentaron solicitudes de protección internacional, y las autoridades consideraron infundadas 34 de las solicitudes, presentadas por adultos y menores acompañados por sus padres.
Quedan por estudiar cuatro solicitudes de menores no acompañados, y AIMA ya ha solicitado a la Fiscalía que designe un representante legal.
Las resoluciones ya han sido notificadas a los solicitantes, y actualmente está en marcha el plazo para presentar recurso (diez días).
El 9 de agosto, el juez de guardia del Tribunal de Silves ordenó la expulsión forzosa y el traslado de los inmigrantes a centros de acogida temporal (Oporto y Faro). El plazo legal para la expulsión forzosa, si los migrantes no manifestaron su intención de regresar voluntariamente, es de 60 días.
Hasta la fecha, "ninguno [de los migrantes] ha manifestado su deseo de regresar a su país de origen", explicó una fuente de la PSP. En caso de retorno voluntario, el plazo puede ser de hasta 20 días.
Según la PSP, "sólo cuatro de los 38 ciudadanos tenían o presentaron posteriormente documentos de identidad".
El grupo de 38 personas -compuesto por 25 hombres, seis mujeres y siete menores- llegó a la playa de Boca do Rio, en la parroquia de Burgau, en el municipio de Vila do Bispo, en una embarcación de madera a las 20.05 horas del 8 de agosto.
Hasta su traslado a centros de alojamiento temporal y similares, los migrantes, algunos de los cuales estaban hospitalizados, fueron alojados en un pabellón deportivo de Sagres facilitado por el Servicio de Protección Civil del Ayuntamiento de Vila do Bispo.
Según la información facilitada en su momento por el PSP, 14 personas fueron colocadas después en el Centro de Alojamiento Temporal de Oporto (Unidad de Vivienda de Santo António), 15 en el Centro de Alojamiento Temporal (EECIT) de Faro y nueve en el EECIT de Oporto.