Según su esposa, Carlos también era conocido por su amabilidad, estando dispuesto a ayudar a todo amigo que lo necesitara, ya fuera para prestarle dinero o coches. Su mujer incluso afirmaba que, si él no podía ayudar a la persona necesitada, Carlos hacía todo lo posible por encontrar a otra persona que pudiera hacerlo.
Largo matrimonio
Carlos estuvo casado 41 años con su mujer. Se conocieron a los 18 años, cuando el padre de su mujer compró un bar en Carvoeiro. El amor entre ellos floreció y Carlos fue un "buen marido y un buen padre de familia", conocido por su sentido de la responsabilidad y su amabilidad.
Orgulloso (abuelo) padre
Con tres hijos y ocho nietos, Carlos no puede estar más orgulloso de la familia que formó. Su hijo mayor incluso ha seguido sus pasos en el negocio, y ahora es el propietario de uno de los talleres que tuvo Carlos. De este modo, sigue el legado que Carlos ya siguió también de su padre.
El apodo
Aunque no siempre lo apreciaba, porque era un hombre muy divertido y ameno, desde muy joven, Carlos era conocido como "Reguila" por la comunidad. Su esposa mencionó que había muchas anécdotas que podrían haber dado origen al apodo. Una de ellas fue el momento en que entró en un bar montado en su moto, dando un gran espectáculo.
Su mayor pasión
Además de querer y amar a su familia y amigos, Carlos era un gran apasionado de los coches. Aunque en su trabajo trataba a diario con coches, nunca se cansaba de ello. A Carlos le apasionaban los coches clásicos, participando en concentraciones como la Algarve Classic Cars.
Querido por la comunidad
Carlos era querido por todos los que le conocían, la comunidad extranjera estaba muy unida a él y a lo que hacía, siendo llamado constantemente por las clientas del taller, como "mi querido", como señalaba riendo su mujer.
Homenaje
Desgraciadamente, este hombre entrañable y muy querido falleció el 24 de agosto, y el municipio de Lagoa no podía estar más triste. Su funeral tendrá lugar el 5 de agosto, a las 10.30 horas, en la Santa Casa da Misericórdia de Lagoa, situada en la Rua Vermelha, junto al mercado tradicional.
La familia no acepta flores, pero pide a la gente que, si puede, done cualquier cantidad a una asociación que se encuentre en el Algarve. Quienes no puedan estar presentes o lo prefieran pueden donar su importe en: https: //www.gofundme.com/f/carlos-soares