En la naturaleza, los campos rebosan de grano, los huertos están llenos de fruta y la tierra rebosa abundancia. Pero la cosecha no es sólo una estación agrícola, sino también una metáfora de nuestra propia vida. Al igual que los agricultores recogen los resultados de las semillas plantadas meses atrás, nosotros también podemos detenernos y observar los frutos de nuestros esfuerzos, las intenciones que hemos alimentado y el crecimiento que se ha desarrollado silenciosamente en nuestro interior.
A lo largo del año plantamos semillas: ideas, objetivos, compromisos y sueños. Algunas florecen de forma obvia y tangible. Otras crecen de formas que quizá no veamos inmediatamente. Septiembre nos ofrece un momento para detenernos, reflexionar y honrar tanto las cosechas visibles como las invisibles de nuestras vidas.
A menudo pasamos por alto nuestros progresos porque no nos parecen "lo bastante grandes". Esperamos a tener logros monumentales -un nuevo trabajo, un libro terminado, un hito importante- antes de permitirnos celebrarlo. Pero al igual que la cosecha de un agricultor no se refiere sólo a un cultivo, sino a todo el paisaje de crecimiento, nuestras vidas están llenas de innumerables victorias silenciosas. Éstas también merecen ser honradas.
Piensa en las veces que has dado la cara por ti mismo cuando hubiera sido más fácil no hacerlo. Quizá cumpliste la promesa de mover el cuerpo, de descansar más o de decir "no" cuando ya tenías el plato lleno. Tal vez tuviste una conversación difícil que aportó honestidad a una relación, o te hiciste un hueco para la creatividad en medio de una semana ajetreada. Estos momentos forman parte de tu cosecha tanto como cualquier gran logro.
Reconocer nuestros progresos -incluso los más pequeños- alimenta la gratitud y la confianza en nosotros mismos. Cuando reconoces el esfuerzo que te ha costado seguir adelante, refuerzas tus cimientos internos. Las pequeñas celebraciones también dan impulso. Cuanto más reconozcas tu crecimiento, más energía y confianza tendrás para la próxima temporada de siembra.
Ideas para reflexionar sobre tu cosecha de septiembre
Escribir tus respuestas en un diario, o incluso pronunciarlas en voz alta durante un paseo, puede ayudarte a ser testigo de tu propio progreso desde una perspectiva diferente.
Formas de celebrar tu cosecha
La celebración no tiene por qué ser complicada. Puede ser sencilla, significativa y alineada con tus valores.
- Enciende una vela, respira hondo y menciona tres cosas de las que te sientas orgulloso en lo que va de año.
- Cuéntale a un amigo de confianza, a tu pareja o a tu comunidad lo que has conseguido. Decirlo en voz alta puede magnificar tu sentimiento de gratitud.
- Celébralo bajando el ritmo, saboreando un momento de tranquilidad o sin hacer nada en absoluto.
- Pasa tiempo al aire libre: observa cómo cambia la luz, cómo se vuelven las hojas y deja que reflejen los cambios que se producen en tu interior.
Cristales para la época de la cosecha
Los cristales pueden ser tus mejores compañeros para honrar la cosecha de septiembre. Sus energías nos recuerdan la sabiduría de la tierra y nos ayudan a mantenernos arraigados en la gratitud mientras nos abrimos a la abundancia. Estos son algunos de los que resuenan en esta estación:
- Citrino: conocido como la "piedra de la abundancia", el citrino transporta la energía del sol y te ayuda a celebrar los logros con alegría. Fomenta la confianza, el optimismo y el reconocimiento del propio éxito.
- Cornalina - Cristal de vitalidad y motivación, la cornalina apoya el coraje y te recuerda la pasión que alimenta tu crecimiento. Es maravillosa para celebrar el progreso y encender la creatividad para el siguiente ciclo.
- Aventurina verde - A menudo llamada la "piedra de la oportunidad", la aventurina te ayuda a notar las bendiciones grandes y pequeñas. Fomenta la gratitud y atrae más prosperidad al alinear tu corazón con la abundancia.
Cómo trabajar con ellas:
- Colócalas en tu mesa durante tu taza de café/desayuno matutino, para que puedas sentir su energía.
- Sostén uno en meditación mientras haces a tus guías las preguntas sobre la cosecha que he mencionado antes en este artículo.
- Lleva un pequeño cristal en el bolsillo como recordatorio diario para celebrar tus victorias.
Pensamiento final
La energía de septiembre es que nuestros esfuerzos no han sido en vano. Aunque las cosas se hayan desarrollado de forma distinta a lo que imaginábamos, todavía hay frutos que recoger, bendiciones que contar y lecciones que aprender. Al honrar cada logro, por pequeño que sea, nos recordamos a nosotros mismos que el crecimiento no se mide sólo por los grandes resultados, sino por el desarrollo constante del viaje de nuestra alma.
Que este mes te detengas a celebrar tu cosecha con gratitud, alegría y una profunda sensación de plenitud.