Según el ayuntamiento, el esperado proyecto sólo fue posible tras una inspección técnica conjunta del Instituto del Patrimonio Cultural de Portugal, que emitió la aprobación necesaria en virtud de la normativa que regula los monumentos clasificados dentro de las zonas de patrimonio protegido.
El informe preliminar puso de manifiesto un deterioro significativo en la muralla oriental de la fortaleza, lo que llevó al ayuntamiento a dar prioridad a la reparación. Aunque esta intervención de urgencia ya está en marcha, un plan de restauración más amplio para todo el edificio sigue en fase de diagnóstico.
Las obras, presupuestadas en 149.308 euros (más IVA), durarán 90 días e incluirán tanto la preparación de un plan de refuerzo estructural como la ejecución de los trabajos de estabilización. Los ingenieros se centrarán en reforzar y consolidar las zonas debilitadas para contrarrestar los efectos de la erosión, el oleaje marino y las inclemencias meteorológicas, que han acelerado el deterioro de la fortaleza en los últimos años.
Construido a finales del siglo XVII para defender la entrada del río Bensafrim, el Fuerte da Ponta da Bandeira es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar de inspiración renacentista del Algarve. En su día formó parte de la red de defensa costera, y ahora funciona como una extensión del Museo de Lagos, albergando exposiciones que celebran la historia marítima y cultural de la ciudad.
El monumento ha permanecido cerrado al público por motivos de seguridad derivados de los daños estructurales. Las autoridades locales subrayan que las obras actuales son sólo el primer paso de un plan a largo plazo para preservar uno de los monumentos más emblemáticos de Lagos.
"La intervención es esencial no sólo para la seguridad de los visitantes, sino también para salvaguardar un monumento que forma parte de la identidad y la memoria colectiva de la ciudad", afirma el ayuntamiento en un comunicado.