Desnudarse y zambullirse en una piscina puede parecer desalentador, pero enfrentarse al agua puede ser una de las mejores decisiones que tome para su salud mental y física.
Ser un buen nadador es una habilidad clave para la vida que puede resultarte útil cuando menos te lo esperas, por lo que es importante perfeccionar tus habilidades y aumentar tu confianza en la piscina, sobre todo a una edad más avanzada.
"He visto la diferencia que marca la natación en la vida de las personas, especialmente en la de los mayores", afirma Emma Kuwertz-Norman, directora nacional de natación de Nuffield Health. "No se trata sólo de mantenerse en forma, sino de sentirse seguro de uno mismo, mantener la independencia y disfrutar de la vida al máximo. La jubilación es el momento perfecto para trabajar el movimiento y la piscina es uno de los lugares más seguros y eficaces para empezar."
Cuando se compara la natación con otras actividades de bajo impacto, como caminar o montar en bicicleta, realmente destaca.
"Es más segura para las personas que tienen problemas de equilibrio, trabaja más grupos musculares y, como nuestras piscinas son cubiertas, es algo que se puede hacer todo el año", dice Kuwertz-Norman.
Si no se atreve a dar el paso, aquí tiene cinco ventajas clave de la natación en la jubilación y algunos consejos para empezar...
1) Reduce la presión sobre las articulaciones
"Nadar es bueno para el cuerpo, sobre todo a medida que envejecemos", dice Kuwertz-Norman. "El agua elimina la presión sobre las articulaciones, por lo que es ideal para quienes padecen artritis, osteoporosis o rigidez general. Es una actividad de bajo impacto, pero que permite ejercitar todo el cuerpo".
"Sigues fortaleciéndote, mejorando la flexibilidad y poniendo a trabajar tu corazón, todo ello sin someter a tu cuerpo a un esfuerzo excesivo".
2) Mejora la salud mental
"La salud mental es algo que realmente me importa, y una de las cosas que más me gusta de la natación es lo mucho que la apoya", dice Kuwertz-Norman. No se trata sólo de la forma física, sino que ayuda a la gente a sentirse más tranquila, con más control y más equilibrada".
"Lo vemos continuamente en nuestras piscinas. La gente viene cargada con el estrés del día y sale más ligera y relajada. La natación te ayuda a restablecerte, tanto mental como emocionalmente".
Créditos: AP;
3) Crea un sentimiento de comunidad
Aunque la natación suele considerarse una actividad solitaria, una piscina al aire libre o un centro de ocio ofrecen un espacio compartido que fomenta la conexión.
"Una de las cosas que creo que a veces se pasa por alto es el sentido de comunidad que crea la natación", afirma Kuwertz-Norman. Ya sea charlando en los vestuarios, participando en una sesión de grupo o simplemente estando con otras personas en la piscina, la natación une a la gente de una forma genuina".
"Lo vemos todo el tiempo en nuestros centros: amistades que se forman en la piscina, en la cafetería o simplemente a través de conversaciones casuales antes y después de las sesiones. Hay muchos grupos de nadadores que se quedan a tomar un café después de nadar, y esto se convierte en parte de su rutina y en una razón para levantarse, moverse y relacionarse con los demás. Da a la gente una estructura, un propósito, y a menudo conduce a amistades para toda la vida construidas en torno a algo que disfrutan y tienen en común."
4) Mejora la salud cardiovascular
"Nadar es una forma fantástica de mejorar la salud cardiovascular, ya que ayuda a fortalecer el corazón, mejorar la circulación y reducir la presión arterial, todo lo cual contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares", afirma Inez Griffin, fisióloga experta en salud y bienestar de Nuffield Health.
5) Fortalece los músculos
"La natación fortalece los músculos, sobre todo los centrales, y mejora la postura, dos factores cruciales para mantener el equilibrio y evitar caídas", afirma Francesca Bagshaw, fisióloga del Instituto de Salud y Rendimiento Nuffield Health Manchester.
Con todos estos beneficios, seguro que estás deseando darte un chapuzón en la piscina de tu barrio. Pero si eres un nadador novato que no sabe por dónde empezar, aquí tienes algunos consejos para aumentar tu confianza en la piscina de forma segura.
Hable con su médico
"Siempre recomiendo hablar con tu médico de cabecera antes de empezar, sobre todo si tienes algún problema de salud", aconseja Kuwertz-Norman.
Empieza despacio
"Si eres nuevo en la natación o hace años que no vas a la piscina, empieza despacio y no te preocupes por la técnica, la velocidad o el aspecto del bañador", aconseja Kuwertz-Norman. "Incluso caminar por el agua o usar un flotador para empezar puede marcar la diferencia. Se trata de encontrar lo que funciona para ti y partir de ahí".
Considera las clases para adultos
"Organizamos programas de aprendizaje de la natación para adultos en los que se trata de ganar confianza, paso a paso", dice Kuwertz-Norman. "Ayudamos a todo el mundo, desde principiantes que aprenden a flotar hasta nadadores competentes que quieren mejorar su técnica y nadar con más eficacia. No es una competición: sólo queremos que más gente se sienta cómoda y segura en el agua."
Empezar con brazadas más suaves
"Para los principiantes, las brazadas como la braza o la espalda son un buen punto de partida", sugiere Kuwertz-Norman. "Son suaves, fáciles de respirar y te ayudan a encontrar el ritmo. El aquaeróbic y la marcha acuática también son opciones brillantes, sobre todo para mejorar el equilibrio, la coordinación y simplemente para moverse de una forma que te haga sentir bien."