La capa ha vuelto de forma sorprendente. El otoño/invierno pasado se coló en el ciclo de tendencias, con abrigos bufanda y cuellos de abrigo exagerados, pero este año los ponchos y las capas son tendencia indiscutible.

En las pasarelas, de Burberry a Toteme, el estilo antaño reservado a superhéroes y aristócratas ha vuelto.

El atractivo reside en su dualidad: una capa puede ser formal y fluida a la vez, y no aprieta ni restringe.

"Las capas tienen una elegancia atemporal que resulta a la vez dramática y sencilla", explica Oriona Robb, asesora de imagen y estilista personal. "Tiene presencia pero se mueve maravillosamente con el cuerpo, lo que encaja con el enfoque actual más fluido y relajado del vestir formal".

Es esa sensación de movimiento la que confiere a la capa su encanto. Pero, ¿cómo llevarla sin parecer Superman?

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Empieza por lo sencillo

Si eres nuevo en esta tendencia, el secreto está en empezar poco a poco.

"Empieza con algo estructurado y neutro, como un abrigo capa clásico en camel o negro", dice Robb. "Combínalo con tu fondo de armario y una prenda con la que ya te sientas cómoda: vaqueros, pantalones de sastre o un vestido ajustado.

"Una capa realza hasta el atuendo más sencillo, así que no hace falta renovar tu estilo para llevarla bien".

Si quieres algo aún más sutil, empieza con un cárdigan con capa en lugar de pasar directamente a la prenda exterior. Póntelo sobre vaqueros de pierna recta y botas, y evoca las bohemias pasarelas de Chloe.

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Controla la silueta

Las capas son un elemento dramático, por lo que la proporción adecuada lo es todo. Robb dice que no hay que competir con la tela, sino enmarcarla.

"Como una capa ya tiene volumen, la clave está en mantener el resto del look limpio y entallado", explica. Unos pantalones finos, una falda lápiz o una prenda de punto ajustada por debajo equilibrarán a la perfección la silueta".

"Piensa en la capa como el centro de atención y deja que todo lo demás la sostenga".

Esto significa que los tejidos son tan importantes como la forma, para no saturar el conjunto. Un fino cuello vuelto, unos vaqueros de línea A y unos botines de tacón ayudarán a equilibrar la silueta de la parte superior.

Céntrate en la textura, no en las tendencias

El tejido y el acabado marcan la diferencia cuando se trata de prendas llamativas como las capas.

"Este otoño e invierno, la lana y el cachemir texturizados están a la vanguardia, a menudo en tonos neutros suaves como la mousse de moca -el color del año-, el carbón y el negro", dice Robb.

"La pata de gallo y los cuadros tradicionales añaden un aire más tradicional y lujoso [...] los detalles mínimos, como los ribetes sutiles o los botones elegantes, mantienen el look refinado pero interesante".

En otras palabras: prescinde de los adornos y deja que la artesanía hable por ti. Una capa de inspiración trench o un chal estructurado de lana gruesa o cachemira parecen ser las texturas estrella de esta temporada.

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Cómo convertirlo en una inversión

La capa adecuada debe ser una pieza fundamental que se gane un lugar en tu armario temporada tras temporada.

"Yo elegiría una capa entallada y estructurada en un tono atemporal que se adapte a tu vestuario", dice Robb. Algo entallado en lugar de holgado es el corte más versátil y funcionará tanto con looks informales como formales".

"Póntela con unas deportivas finas o unos zapatos Mary Jane para el día, y luego añade tacones o botas y accesorios atrevidos para la noche".

"Una capa bien cortada puede durar muchas temporadas sin parecer anticuada", afirma.

El truco para llevar esta tendencia es encontrar una capa que combine con las prendas que más usas. Si sueles llevar vaqueros y camisas holgadas, opta por una capa de punto de inspiración boho. Si usas prendas de punto más elegantes y líneas más marcadas, opta por una gabardina entallada o una capa de lana.