Por eso, L.A. Brewery produce una gama de tés espumosos sin alcohol que se pueden tomar en cualquier momento, ya sea con la cena o a la hora del aperitivo.
Pero, ¿qué son exactamente los tés espumosos? ¿Es lo mismo que la kombucha? "El té espumoso es una bebida sustitutiva del vino. Se sirven en una botella de vino o champán, y pueden ser sin fermentar o fermentadas, pero la base principal es el té, y luego a menudo se mezcla con frutas y productos botánicos", explica Avery, señalando que la kombucha se considera en gran medida una "alternativa a los refrescos" más que un sustituto del vino.
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"Mientras que el vino utiliza uvas, el té espumoso utiliza té y hay un gran número de variedades", explica. "Por ejemplo, si se utilizan hojas de té negro Assam, se puede ir más hacia las sidras. Puedes hacer tés que se parezcan más a la cerveza o al champán, según las variedades que utilices".
Y algunos productores añaden cultivos de kombucha para dar sabor. "La kombucha puede formar parte de la base, pero el producto final se parece mucho más a un vino, a menudo mucho menos dulce", señala Avery. "Pueden aprovechar los taninos del té negro o los sabores más sutiles del té verde".
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En consecuencia, su precio suele rondar el de una botella de vino. "Los tés espumosos no son sencillos y la gente piensa que, como es té, debería ser barato, y eso está muy lejos de la realidad", dice Avery. "Se trata de un proceso muy fino, tan complejo como fabricar alcohol. Requiere una gran habilidad y artesanía".
Pero que eso no le eche para atrás. "En Gran Bretaña se consume sobre todo té de albañil y algún que otro Earl Grey, pero hay todo un mundo de sabores ahí fuera, y merece la pena probarlo", anima Avery. "Está muy lejos de esa bebida lechosa y turbia que a la gente le encanta. Sé aventurero".