Luís Montenegro hizo una declaración a los periodistas en la residencia oficial de São Bento, en plena reunión del Consejo de Ministros, sin derecho a preguntas.

"Aprobamos un decreto-ley en el que cumplimos un punto constante de nuestro programa electoral y de gobierno: la reprivatización del 49,9% del capital social de TAP", subrayó Montenegro, declarando que éste era el "pistoletazo de salida" para esta primera fase de la reprivatización.

El Primer Ministro pospuso más detalles sobre este decreto-ley, que se "desarrollará a su debido tiempo con la presentación de los términos de referencia", para una rueda de prensa con los ministros de Finanzas e Infraestructuras hoy a las 17:00, pero dejó claro el objetivo político.

Montenegro argumentó que esta reprivatización pretende salvaguardar las rutas "más estratégicas" para Portugal y "el interés estratégico del país", pero también "hacer sostenibles las operaciones de la aerolínea nacional".

"Ya hemos gastado mucho dinero que luego no ha repercutido en la vida de los portugueses. No queremos seguir vertiendo dinero en un pozo sin fondo. Queremos que la compañía sea rentable, esté bien gestionada, sea competitiva, financieramente sostenible y sirva a los intereses estratégicos del país", afirmó.

Montenegro detalló que la decisión "incorpora la apertura de capital a uno o más inversores de hasta el 44,9% del capital de la empresa y el 5% a los empleados".

"Es un objetivo que queremos para garantizar que nuestra aerolínea salvaguarde su hub en Lisboa, salvaguarde el uso de todas las infraestructuras aeroportuarias del país, en particular los actuales aeropuertos Humberto Delgado y el futuro Luís de Camões (en Lisboa), pero también los de Oporto y Faro, y los aeropuertos de las comunidades autónomas", afirmó.

"Tenemos que aprovechar las inversiones que estamos haciendo en todos los aeropuertos, en toda nuestra red de carreteras, en toda nuestra red ferroviaria, para que la gente pueda moverse, pero también para que nuestras empresas puedan ser más competitivas, para que nuestro sector turístico pueda obtener resultados aún mejores", afirmó.

En este proceso, el Ejecutivo pretende desprenderse de hasta el 49,9% del capital de la aerolínea a través de un modelo de venta directa, reservando hasta el 5% para los empleados, tal y como establece la ley de privatizaciones.

Este es el primer paso para iniciar la venta de TAP, que volverá a tener accionistas privados después de que el Gobierno avanzara hacia la nacionalización en 2020 debido al impacto de la pandemia en el transporte aéreo.

El decreto-ley también tendrá que ser aprobado por el Presidente de la República, que en octubre de 2023 vetó el documento elaborado por el Gobierno de António Costa para iniciar la privatización de TAP. En aquel momento, Marcelo Rebelo de Sousa decidió devolver el documento, aprobado por el Consejo de Ministros el 28 de septiembre de aquel año, por considerar que "suscitaba múltiples dudas y reservas a la luz de la deseada máxima transparencia del proceso."

La reprivatización de la aerolínea está sobre la mesa desde 2023, pero se paralizó con la caída de los dos últimos gobiernos del Partido Socialista (PS) y del Partido Socialdemócrata (PSD).

Originalmente estatal, TAP fue privatizada parcialmente en 2015, pero el proceso fue revertido en 2016 por el Gobierno de António Costa, que recuperó el 50% de la compañía.

El año pasado, el Ejecutivo de Luís Montenegro retomó el tema y expresó su intención de avanzar en la venta de una participación minoritaria en 2025. Desde entonces, se negocia con grandes grupos europeos como Air France-KLM, Lufthansa e IAG.