En declaraciones a los periodistas en la Embajada de Italia en Lisboa, con motivo del 20º aniversario del lanzamiento de las rutas entre Portugal e Italia por parte de la compañía aérea, José Lopes sostuvo que el problema de las limitaciones en el aeropuerto de Lisboa "no es algo que pueda resolverse fácilmente", a pesar de algunas mejoras.
"En comparación con el año pasado, las cosas están mejor. Se ha hecho un trabajo serio, no sólo interno, porque hemos aumentado nuestra capacidad de resistencia en términos de construcción de la operación, sino también a través del trabajo conjunto que hemos estado haciendo con el regulador, el aeropuerto y el Gobierno para tratar de mejorar las cosas", explicó en un reportaje de Publituris.
Aún "difícil"
A pesar del trabajo realizado, el responsable de easyJet en Portugal admite que Lisboa "sigue siendo un aeropuerto muy difícil", donde son habituales las largas colas para el control de fronteras, lo que provoca que muchos pasajeros lleguen tarde a la puerta de embarque.
"Incluso hoy, hemos tenido colas muy largas en el control de pasaportes, repercutiendo, en algunos vuelos, en casi el 50% de los pasajeros que llegaban tarde a la puerta de embarque, porque había problemas con las máquinas que leían sus pasaportes", añadió, admitiendo que, a pesar del trabajo para "mejorar estos recursos técnicos" y "recursos humanos", el hecho es que se siguen produciendo problemas y retrasos.
José Lopes cree que, cuando los pasajeros "están regresando, si sufren estos impactos en el control fronterizo, acaban dando una mala imagen del país", pero admite que el problema no tiene fácil solución.
"No es algo que se pueda resolver fácilmente, pero tenemos que seguir trabajando juntos, y el Gobierno está comprometido con ello, para intentar mejorar esta experiencia de los pasajeros", afirmó, asegurando que easyJet seguirá trabajando "proactivamente" para encontrar soluciones "para mejorar y resolver esta experiencia, que todavía no está donde tiene que estar."








