La energía que antes parecía concentrada en unas pocas startups se ha extendido ahora a todo un ecosistema de creatividad, colaboración y propósito tecnológico. El reciente anuncio de Angels Wayque ha invertido en tres prometedoras startups portuguesas, capta exactamente esa sensación de impulso y creencia en el poder de la innovación para dar forma a nuestro futuro colectivo.

Angels Way es un fondo de inversión gestionado por la comunidad portuguesa, regulado por la CMVM, que reúne a más de cuatrocientos inversores que comparten su pasión por el emprendimiento y la tecnología. Lo que hace que este modelo sea tan notable es su espíritu colaborativo: los inversores no se limitan a aportar capital, sino que participan activamente en la identificación, evaluación y apoyo al desarrollo de cada startup. Es una comunidad viva construida en torno a la creencia de que la innovación se hace más fuerte cuando se comparte.

En sólo nueve meses, Angels Way ha analizado más de setenta startups y ya ha invertido en siete, centrándose en proyectos que utilizan la tecnología, y especialmente la inteligencia artificial, como motor de transformación y expansión internacional. Sus últimas inversiones son ejemplos perfectos de esta visión: una plataforma tecnológica deportiva que mejora la experiencia del deporte de mayor crecimiento en el mundo, un mercado impulsado por IA que conecta a la comunidad global de coleccionistas y diseñadores de muebles vintage, y una empresa de tecnología educativa que utiliza la IA para entrenar las habilidades blandas que nos hacen más humanos.

Cada uno de estos proyectos, aunque muy diferentes en sus misiones, tienen para mí un elemento en común, ya que nacieron en Portugal pero piensan globalmente desde el primer día. Demuestran que la innovación no tiene fronteras y que el talento portugués puede competir al más alto nivel internacional.

Lo que más me inspira de esta historia no son sólo las startups en sí, sino lo que representan. Portugal está mostrando al mundo que la creatividad, la tecnología y la colaboración pueden construir algo poderoso incluso desde un país pequeño. El ecosistema está madurando e iniciativas como Angels Way están proporcionando exactamente lo que muchos fundadores en fase inicial necesitan: acceso a financiación, tutoría y una red que crea en ellos.

Este enfoque también está profundamente relacionado con la sostenibilidad. Al empoderar a diversos emprendedores y fomentar proyectos con impacto global, Angels Way quiere apoyar la creación de valor a largo plazo, no la especulación. Su principal filosofía consiste en hacer crecer empresas que contribuyan positivamente a la sociedad, a la cultura del trabajo y al uso responsable de la tecnología.

Como alguien que sigue de cerca la evolución de la innovación y el espíritu empresarial en Portugal, veo en Angels Way un reflejo de las mejores cualidades del país: colaboración, resiliencia y visión. La combinación de tecnología, inteligencia artificial y creatividad humana está posicionando a Portugal no sólo como una tierra de ideas, sino como un auténtico centro de innovación sostenible.

El mensaje es claro: Portugal ya no está viendo cómo otros construyen el futuro. Lo estamos construyendo nosotros mismos, una startup, una idea y una comunidad inspirada cada vez.