Datos del Instituto de la Seguridad Social(ISS), presentados durante un encuentro sobre cuidadores informales organizado por la Santa Casa da Misericórdia de Lisboa, muestran que entre los 18.149 cuidadores con estatuto reconocido a 6 de octubre, 13.119 (72,2%) tenían un plan de intervención específico (PIE) y 12.221 (67,3%) tenían una evaluación de sobrecarga.
De los más de 12.000 cuidadores evaluados, más de la mitad estaban sobrecargados, con un 34,1% de sobrecarga intensa y un 26,4% de sobrecarga leve. En cambio, el 39,5% dijo no sentirse sobrecargado.
Sin embargo, sólo el 4,3% de los cuidadores con un plan de intervención específico se benefició de un respiro para el cuidador, mientras que el 19,6% recibió apoyo psicosocial.
Según el director de la Unidad de Intervención Social del Departamento de Desarrollo Social del SSI, "aunque el respiro del cuidador es una medida muy solicitada, por razones obvias tiene muy poca aplicabilidad".
"Esto se debe en gran parte a que tenemos pocas respuestas sociales y a que aún no se ha legislado. Espero que la legislación que creará la ayuda al cuidador se promulgue a finales de este año, y que esto suponga un nuevo "empujón" en cuanto a la respuesta al relevo del cuidador", declaró Susana Viana.
Viana añadió que entre los 13.119 cuidadores con un plan de intervención específico, la mayoría ya cuenta con una derivación profesional, tanto en el ámbito sanitario como en el de la Seguridad Social, con porcentajes que superan el 90%.
Perfil de los cuidadores
En cuanto al perfil de los cuidadores informales, "no sorprende" que los datos presentados muestren que la mayoría de los cuidadores son mujeres (84%) y que la edad media es de 57 años. En el 37,35% de los casos, estas personas cuidan de su padre o madre, mientras que el 31,55% cuidan de un hijo y el 11,74% de su marido o mujer.
Casi todos (96%) los cuidadores atienden a una sola persona, pero el ISS tiene conocimiento de un caso en el que una cuidadora es responsable del cuidado de 10 personas, incluidos hermanos y padres.
La directora del ISS argumentó que el Estatuto del Cuidador Informal reconocía el papel de los cuidadores y su importancia en la sociedad y destacaba la necesidad de atender a estas personas.
"No sólo por razones de dignidad y derechos humanos, sino también porque, de hecho, si no tomamos esta precaución y cuidamos de los cuidadores, su capacidad para cuidar de sí mismos disminuirá rápidamente y acabarán experimentando un agotamiento total, con todo lo que esto puede suponer, tanto para ellos como para la persona o personas a las que cuidan", señaló Susana Viana.
También argumentó que la medida pretende garantizar respuestas que eviten la institucionalización de las personas cuidadas y les animen a permanecer en casa siempre que sea posible y lo deseen.






