Desde la producción de algodón, que consume mucha agua, hasta las montañas de telas desechadas, el peaje medioambiental es inmenso. Pero en Oporto, una nueva generación de innovadores está desafiando este statu quo. Smartex.ai es una empresa que demuestra que la sostenibilidad y la rentabilidad pueden ir de la mano.

Recientemente, Forbes Portugal dedicó un artículo a Smartex, destacando su papel fundamental en la reconfiguración del sector. Y con razón. Cuando una empresa de Oporto se convierte en tema de Forbes, es imposible no reflexionar sobre su trayectoria e impacto, y añadir otra voz a la conversación sobre cómo la tecnología puede impulsar cambios positivos en un sector tan tradicional.

El núcleo de la innovación de Smartex es una idea aparentemente sencilla: si se pueden detectar los defectos del tejido en el momento en que se producen, se pueden evitar grandes cantidades de residuos antes de que salga del telar. Se instalan cámaras de alto rendimiento directamente en las máquinas textiles, que introducen datos en tiempo real en algoritmos de inteligencia artificial. Los defectos se detectan y corrigen al instante, ahorrando materias primas, energía y mano de obra. En una industria famosa por su ineficacia, este cambio es revolucionario.

La trayectoria de la empresa comenzó humildemente en un piso compartido de la universidad en Oporto. Los primeros experimentos se inspiraron en las largas horas pasadas en las fábricas textiles, donde comprobar manualmente los rollos de tela en busca de defectos era tedioso y propenso al error humano. En 2016 surgieron los primeros prototipos y, solo dos años después, se fundó oficialmente la empresa. Desde entonces, el crecimiento ha sido imparable.

Smartex ha obtenido más de 40 millones de euros de financiación, se ha expandido a 10 países y tiene una fuerte presencia en Asia, el corazón de la producción textil mundial. Y ha forjado alianzas con grandes grupos internacionales de la moda y la distribución. El mensaje es claro: los principales agentes del sector ven el valor medioambiental y financiero de esta tecnología.

La empresa también ha ido más allá de la detección de defectos. Con su plataforma Smartex Loop, aporta trazabilidad digital a las cadenas de suministro textil, ofreciendo a marcas y consumidores información transparente sobre abastecimiento y sostenibilidad. En una época en la que la confianza y la responsabilidad son primordiales, esto se está convirtiendo en un poderoso elemento diferenciador.

Desde el punto de vista financiero, Smartex funciona con un modelo de "software como servicio", genera ya unos 3 millones de euros anuales y aspira a duplicar su facturación cada año. Con sólo el 0,1% del mercado textil mundial a su alcance, el potencial de crecimiento es asombroso.

La historia de Smartex no es sólo una cuestión de innovación, sino también de visión. La empresa está demostrando que la tecnología puede alinear la rentabilidad con la responsabilidad medioambiental, desafiando a una industria que durante mucho tiempo ha aceptado los residuos como un coste de hacer negocios.

Por eso, cuando una empresa de Oporto llega a las páginas de Forbes Portugal, es algo más que un reconocimiento. Es un recordatorio de que el futuro del textil puede tejerse de forma más inteligente, limpia y sostenible.

Descargo de responsabilidad: Este artículo se ha escrito con la ayuda de AI.