El aumento de los precios de los alimentos desde 2020 se ha traducido en menos comidas fuera de casa, con el 41% de los consumidores informando de una reducción de las visitas a restaurantes debido al alto coste de la vida.

El gasto medio en comidas en Portugal fue de 17,82 euros entre semana y de 18,29 euros el fin de semana, mientras que el gasto total en restaurantes y hoteles disminuyó en los presupuestos familiares, representando un 8,6% entre 2022 y 2023, según un informe de idealista.

Los portugueses dan cada vez más prioridad a las comidas caseras, ya sea en casa o con la familia y los amigos. Los estudios indican que dos tercios de las comidas consumidas se preparan fuera de casa, pero sólo una pequeña parte se consume en restaurantes, predominando los alimentos preparados o los aperitivos al por menor. El tiempo medio diario dedicado a preparar las comidas es de aproximadamente una hora, con una gran disparidad entre sexos: el 41,5% de los hombres nunca cocinan, frente al 5,8% de las mujeres, y dos tercios de las mujeres que sí cocinan no comparten la tarea con otros miembros del hogar.

Comer fuera de casa está asociado a factores socioeconómicos: los hombres, los residentes urbanos, los adolescentes y los adultos con mayores niveles de educación e ingresos frecuentan más los restaurantes. Sin embargo, los patrones de mayor implicación en la cocina doméstica están relacionados con dietas menos equilibradas y un mayor riesgo de sobrepeso en las mujeres.